LA CRÓNICA
Definición
La crónica es un género
periodístico informativo. Tiene una trama narrativa que responde a las
preguntas básicas del periodismo (qué sucedió, dónde, cuándo, por qué, quiénes
intervinieron y cómo ocurrieron los hechos), el contenido debe ser precioso y
exhaustivo. El punto de vista está dado por un narrador en tercera persona. El
cronista comenta, amplía y ordena los hechos para informar y también orientar
al lector. En una crónica los acontecimientos aparecen en orden cronológico, es
decir, tal y como fueron sucediendo en el tiempo. En las crónicas se pueden
introducir valoraciones personales y opiniones, llamadas evaluaciones.
El cronista debe
mencionar cuál fue la fuente de la información que brinda (un testigo ocular o
una autoridad policial, etc.), pues es necesario asegurar al lector su
veracidad. Por eso existen en la crónica segmentos en los que aparecen
discursos de otros, referidos por el cronista. Es decir, el periodista cuenta
con sus palabras lo que otros dijeron (discurso indirecto), o bien reproduce
textualmente las declaraciones de esas personas (discurso directo).
El formato de la crónica
1) Formato de pirámide
normal: sigue el orden cronológico de los acontecimientos, culmina con el
desenlace.
2) Formato combinado:
comienza con el esquema de pirámide invertida (se colocan todos los datos
importantes en las primeras líneas) y luego relata cronológicamente los hechos.
Las partes de la crónica
En la crónica se unen
una serie de elementos que ayudan a mejorar sus procedimientos. No todos deben
estar presentes en un trabajo.
1) Los segmentos
narrativos: relatan los acontecimientos. En ellos se les da mucha
importancia a los tiempos verbales:
- El tiempo típico del relato es el pretérito
perfecto simple, combinado con el pretérito imperfecto. El
primero se emplea para expresar acciones puntuales, acabadas. El segundo,
para dar cuenta de sucesos ubicados en un segundo plano, como telón,
detrás del acontecimiento principal (“huyó mientras los policías recorrían
la casa”)
- Las “idas hacia atrás” respecto del
tiempo base se expresan en pretérito pluscuamperfecto (“el señor x
murió frente a la villa F ¿Por qué él había visitado ese lugar la noche
anterior?”).
- Las “idas hacia delante” se expresan
en condicional o en presente de enunciación (“Su cadáver presentaba
signos de violencia. ¿sería posible/es posible pensar en un secuestro?”)
- Otro tiempo muy utilizado es el presente
histórico (“Alumno agrede a profesor porque es asiático”). Este tiempo
tiene una particularidad: no permite distinguir qué acciones se ubican en
primer plano.
2) Los segmentos
descriptivos: en aquellos el cronista no tiene en cuenta el factor tiempo
sino que se detiene a observar objetos y seres. Estas descripciones sirven para
que el lector se haga idea o se ubique en el escenario del hecho y colaboran a
que aquel se forme un perfil de las personas. Estos segmentos constituyen una
pausa en la narración. En ellos predominan los verbos de estado (ser,
estar, ubicarse, encontrarse, etc.) y de percepción (ver, escuchar, observar, etc.).
3) Los segmentos
comentativos: en ellos interviene el cronista dentro del relato, con sus
comentarios y los de aquellos que fueron testigos del hecho. Se utiliza el presente
de enunciación, que nos muestra justamente el momento en el que el relator
está hablando (“Las obras terminaron hace un mes; sin embargo, ¿cómo es posible
que no estén abiertas a la comunidad?”). Estos segmentos se introducen a través
de conectores: por otra parte, sin embargo, además, de este modo.
4) Los segmentos
dialogados: son la escena de los diálogos (entre el cronista y los
testigos, jueces, políticos, etc.). Pueden construirse mediante varios recursos,
por ejemplo:
Discurso directo, con entrecomillado: el
profesor dijo: “Mañana, prueba escrita”.
Discurso indirecto: el profesor dijo
que mañana tomaría prueba escrita.
Discurso narrativizado: el profesor tomaría
prueba escrita en el día de mañana.
La crónica policial: su relato se instala
alrededor de las cuestiones que se preguntan sobre el porqué un hombre llega a
convertirse en un asesino o en un criminal. Estas crónicas encuentran su par
literario en la novela policial. Ambas se preguntan sobre el móvil y el
criminal. La gran diferencia entre ellas es que la novela es ficción u la
crónica relata un hecho real.
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